Nuestro párroco, Mn. Joaquín, me pide unas breves impresiones sobre mi estancia en nuestra parroquia.
La verdad es que todos los temores que siempre se tienen en los cambios, en esta ocasión han sido superados.
Por una comunidad viva, bien “moldeada” por nuestros antecesores, unos excelentes pastores.
Por mi parte, parece que lleve toda la vida con vosotros.
Seguramente me equivocaré en alguna ocasión, espero que seáis benevolentes con este servidor.
La diaconía es servicio: un servicio en el altar, en la palabra y en la caridad. Espero no defraudar y creer en lo que leo, enseñar lo que creo y practicar lo que enseño.
Con afecto, os deseo un buen año para todos. ¡Que el Señor nos ilumine!
Mn. Miquel Adrover
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