¡Bienvenidos!

En este blog de la parroquia de Sant Pancraç, de Barcelona, se recogen noticias, comunicaciones y eventos que han marcado la vida de la comunidad durante los años 2011-2013, siendo rector Mn. Joaquín Iglesias.

Estamos en la Calle Badajoz, 130, de Barcelona. Teléfono 93 300 59 57.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Misa de las culturas

Testigos de la luz

Hoy, tercer domingo de Adviento, hemos celebrado la Misa de las Culturas, con una muy buena preparación por parte del grupo responsable y la participación de toda la comunidad. Ha sido mi primera misa presidida como rector de la parroquia, tras la toma de posesión y la despedida de Mn. Rodrigo.

Se han leído varias reflexiones y plegarias muy profundas y acordes con el evangelio de hoy. También se ha acompañado la celebración de algunos gestos simbólicos, como las velas encendidas. Aquí tenéis la monición de entrada que ha leído Mónica al iniciarse la misa, vale la pena ahondar en ella:

En este tercer domingo de Adviento, la liturgia nos invita a leer qué hay de vida en los “desiertos” de nuestro tiempo. Porque en lugares y momentos difíciles también se pueden abrir paso la confianza en el futuro y la alegría. El desierto puede ser lugar de crisis, pero también de encuentro, de acogida, de esperanza, en donde afloran las debilidades pero también las fortalezas y recursos insospechados. Al mismo tiempo, el testimonio de los profetas en este domingo, nos estimula a convertirnos en portavoces de los que no tienen voz. En nuestras comunidades estamos necesitados de estos testigos de Jesús. La figura del Bautista, abriéndole camino en medio del pueblo judío, nos anima a despertar hoy en la Iglesia esta vocación tan necesaria. En medio de la oscuridad de nuestros tiempos necesitamos «testigos de la luz».

Creyentes que despierten el deseo de Jesús y hagan creíble su mensaje. Cristianos que, con su experiencia personal, su espíritu y su palabra, faciliten el encuentro con él. Seguidores que lo rescaten del olvido y de la relegación para hacerlo más visible entre nosotros.

Los testigos de Jesús no hablan de sí mismos. Su palabra más importante es siempre la que le dejan decir a Jesús. En realidad el testigo no tiene la palabra. Es  solo «una voz» que anima a todos a «allanar» el camino que nos puede llevar a él. La fe de nuestras comunidades se sostiene también hoy en la experiencia de esos testigos humildes y sencillos que en medio de tanto desaliento y desconcierto ponen luz!!!! Ojalá nosotros sepamos llevar esa luz a nuestros hogares y familias y ser luz para los demás.

martes, 6 de diciembre de 2011

Palabras de despedida de Mn. Rodrigo

Querida familia,

“En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes.”  1 Cor 1, 3

         Dando gracias a Dios, quisiera, desde el corazón, compartir los sentimientos de gratitud que tengo para con vosotros. Sentimientos que nacen de la gratuidad de haber sido acogido, integrado y estimado en esta comunidad parroquial.
         Puedo deciros que he tenido mucha suerte. Al salir de mi país, con todos los temores propios que esto conlleva, y entre ellos principalmente el temor de ser extranjero, yo escuché de un amigo: “No temas, en la Iglesia no hay extranjeros, pues aquí somos todos hermanos”. Frase que me marcó mucho en aquel momento, pero en verdad no me convenció. Hoy puedo deciros, que solo estuve convencido del contenido de esta frase después que hice la experiencia de vivir en esta parroquia. No sé si es así en todas las comunidades parroquiales, lo que sé y soy testigo es que en Sant Pancraç no hay extranjeros, pues en Sant Pancraç todos somos hermanos y hermanas queridos y estimados. ¡Por eso quisiera agradeceros!
         Y dando gracias a Dios por haberme tocado esta familia parroquial, quisiera también agradecer a cada uno de los sacerdotes con los cuales he tenido la dicha de compartir de manera más cercana por cuenta del compromiso parroquial: a Rafa que con su vitalidad y expresividad siempre llenaba de entusiasmo nuestros corazones; al P. Juan Villegas que con su presencia discreta nos acompañó y orientó durante este último curso, al P. Joaquín Iglesias y al diácono Miquel Adrover, que hace poco se integraron a esta familia parroquial, y que llegando con muchas ilusiones, asumen el reto de mantener encendida la llama de la fraternidad en esta hermosa familia.
         Doy las gracias al Consejo Pastoral y al Administrativo, como también a cada grupo de nuestra comunidad (vida creixent, grupo de estudio bíblico, misa de las culturas, puntaires, los del Quart món, la pastoral de la salud, la catequesis, el grupo de liturgia, la utreya): unidos por el mismo ideal hemos seguido juntos los pasos de Jesucristo, haciendo su camino y preparando su llegada. También agradezco a todos los grupos con los cuales he compartido mas allá de las fronteras parroquiales: al grupo de la misa brasileña, a las Hermanitas de la Asunción, a las Hermanas de Jesús Paciente, al grupo vida nova y la escuela de evangelización Santo Andrés.
         Por último quisiera dar las gracias a cada uno de vosotros de manera muy particular. Cada uno ha sido un gran regalo de Dios en mi vida, que tendré siempre presente, en la plegaria y acción de gracias del corazón.
         Encara, vull dir-vos a tots, que sóc feliç per aquest temps i que us estimo molt i de tot cor.
Moltes gràcies, comunitat de Sant Pancraç!!!
Moltes gràcies a tots!!!
Muito obrigado a todos vocês!!!

domingo, 4 de diciembre de 2011

Un adiós agradecido

Hoy hemos celebrado la despedida de Mn. Rodrigo en la eucaristía dominical. Ha sido una celebración muy entrañable en la que él ha manifestado su cercanía con todos. Ha estado animada por un grupo de brasileños que se han ocupado de la música y los cantos. Este escrito de Mn. Joaquín recoge el sentir de toda la comunidad, que lo ha despedido con mucho cariño.

Llegó el momento de tu partida a Brasil. Te lanzaste a la aventura europea con un claro objetivo: tu tesina sobre la liturgia adaptada a la cultura indígena. Tras cuatro años combinando estudios con tu trabajo pastoral en Sant Pancraç, has culminado plenamente tu cometido. Tu rigurosidad y tu seriedad en el trabajo se han reflejado en la tesina, junto con tu amor a la liturgia y a tu sacerdocio. Ha valido la pena todo este tiempo, pese a la distancia de los tuyos —familiares, amigos, compañeros sacerdotes—.
Y, por otra parte, también has culminado una etapa pastoral en la parroquia. Dócil, creativo y entregado, has hecho de esta pequeña comunidad un trocito de cielo. Tu afabilidad y tu profundo respeto y amor a los feligreses han acercado la parroquia al barrio, atrayendo a la gente hacia Dios, nuestro único horizonte, el que nos hace vivir una vida plena y cristiana. Tú, con humildad y sencillez, lo has logrado. Siempre atento y amable, has buscado la manera de encauzar la creatividad y el carisma de cada cual. Todos los que te hemos conocido hemos saboreado lo que es realmente un amigo sacerdote.
Me alegra especialmente que vengas del otro lado del océano. Cuánto hemos de aprender los europeos de América, cuánta frescura y potencial fluye de las iglesias del Sur.
Como mucho de tus feligreses, he sentido tu marcha, porque nos ha unido una gran amistad sacerdotal en muy poco tiempo. He apreciado tu riqueza, humana, cultural y espiritual. Un año ha sido suficiente para captar el bien que has hecho a esta comunidad de Sant Pancraç. Tu presencia discreta ha sido fecunda y me consta que has dejado una profunda huella. En la memoria histórica de esta parroquia quedará un recuerdo muy vivo de tu presencia y tu entrega abnegada, especialmente en este último año, que tuviste que asumir la responsabilidad de la dirección parroquial. La iglesia diocesana nunca ha de olvidar tu generosidad al aceptar esta misión durante un año muy intenso, donde has tenido que hacer un sobreesfuerzo para no descuidar tu trabajo pastoral ni tus estudios. Yo, no solo como amigo, sino como miembro del presbiterado de Barcelona, agradezco tu disponibilidad en este tiempo y quiero decirte que en tu tarea pastoral también has sacado un cum laude muy merecido. ¡Felicidades!
Te vas. Con la mochila bien llena, repleta de vivencias, humanas y espirituales. Y me consta que te vas agradecido por tantas muestras de cariño y reconocimiento. Pero, como siempre, la partida de alguien a quien aprecias produce un sentimiento agridulce. Por un lado, le deseas todo lo mejor y sabes que cada uno ha de seguir su rumbo en la vida. Por otro, es inevitable sentir la ausencia del amigo, ya que en estos cuatro años has calado en el corazón de muchos que te quieren y a quienes has dejado tu mejor tesoro: tu amistad.
Por eso creo que esta amistad seguirá viva en nuestro corazón, aunque estés a más de siete mil quilómetros. La  distancia nunca será suficiente para olvidar el bien que has hecho a esta comunidad, ni tampoco será una barrera para el recuerdo de un joven sacerdote que Dios trajo del otro lado del mar para vivir con nosotros una gran aventura apostólica.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Adviento, tiempo de esperanza

La Iglesia propone los tiempos litúrgicos para que sean como brújulas en la vida del cristiano. El primer tiempo fuerte, que inaugura el año litúrgico, es el Adviento.
La palabra Adviento significa advenimiento, tiempo de preparación para la venida de Jesús.
Hoy se habla mucho de la crisis de fe. Cada vez son más las personas que han decidido vivir al margen de Dios. Si la fe está en crisis podemos decir que la esperanza también. El mundo vive sumido en la apatía y en la decepción, sin esperar en nada ni en nadie.
La crisis del joven es de fe, todo lo cuestiona y duda. Esa una actitud muy propia de su edad, pero tiene que llevarlo a algo más que a la simple rebeldía y a la negación de una realidad trascendente.
La crisis del adulto es de amor. Es en esta etapa cuando cuesta mantener la fidelidad en el amor, tras un compromiso que, a veces, se rompe dolorosamente.
Y la crisis del anciano es la esperanza. Cuando ya llega a la última fase de su vida, se cuestiona muchas veces si lo que ha hecho, todos sus esfuerzos por su familia, por el trabajo, sus proyectos…, si todo esto ha valido realmente la pena.
La Iglesia, como buena madre, nos anima a no cansarnos de amar y a no perder la fe ni la esperanza. Adviento es un tiempo propicio para reflexionar sobre estas virtudes.
Frente a la cultura materialista y deshumanizada que nos envuelve, hemos de activar la esperanza. ¿Cómo hacerlo?
Con nuestro testimonio. El testimonio vale más que mil palabras. Los jóvenes tienen que descubrir en la persona adulta alguien que sigue esperando, que no se rinde. Alguien que les transmita que vale la pena amar, creer y esperar. Pese a todos los contratiempos que podamos tener, es importante llenar nuestra vida de Dios y confiar plenamente en Él. Tenemos que creer con firmeza que, a pesar de todo, Dios nos ama. Si la fe es un don de Dios, la esperanza es valentía. Los cristianos tenemos que convertirnos en antorchas de esperanza para el mundo.
Nuestra mayor esperanza es Cristo. Como dice San Pablo, ni la muerte nos puede alejar del amor inmenso de Dios. Este es el Dios que esperamos en Adviento, el Dios cercano que se hace hombre y que vive muy cerca de nosotros.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Consejo pastoral de noviembre

El passat dia 10 de novembre es va celebrar el Consell Pastoral, presidit per mossèn Joaquim i amb l’assistència de: Joan Freixes, Anna, Manel, Rosa, Thelma, Magda i César.

Es va iniciar amb una pregària invocant l’Esperit Sant.

Els temes tractats i els acords han estat els següents:

Preparació de l’Advent. Es faran servir els símbols de les espelmes, una per cada setmana, i altres signes, com frases destacades que indiquen el sentit d’aquest temps d’esperança. Advent és esperança. Nadal és alegria i un esdeveniment que ha de canviar la nostra vida.
— 1ª setmana: estar alerta. Es llegirà el pregó d’Advent i se’n repartiran còpies a tots els feligresos al final de la missa.
— 2ª setmana: caminar, buscar. Es farà un camí amb fulles i pedres.
— 3ª setmana: visita a Elisabet. Qui vulgui podrà portar uns “regals” simbòlics per oferir.
— 4ª setmana: es treballaran els sentiments en positiu, es recolliran frases que expressin el significat que té Nadal per a cadascú.

Nadal. Es posarà el pessebre al mateix lloc de sempre. La missa del dia 24 serà “Missa del Pollet” a les 19 h. Per millorar les celebracions, es revisarà i adequarà la megafonia, així como la preparació dels lectors.

Altres temes:
—Trobades de pares i nens de catequesis. Es fan els segons dissabtes de mes, a les 18.30 h.
—S’anunciarà al full parroquial l’existència del blog.
—El proper consell serà el dia 1 de desembre a les 19 h.

Magda Domingo.

Actividades parroquiales

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domingo, 6 de noviembre de 2011

La proximidad del corazón



Los símbolos de la fiesta

El domingo día 30 de octubre tomé posesión de la parroquia de San Pancracio en la eucaristía presidida por Mn. Joan Galtés, vicario episcopal de la zona del arciprestazgo del Poblenou.
Además, también entró a colaborar formalmente con la parroquia el diácono Miquel Adrover, que también participó de la eucaristía.
Fue una celebración cargada de simbolismos y gestos: la ocupación de la sede, el beso al altar, la recepción de la llave del sagrario. Gestos que van definiendo la misión del rector como pastor.
La sede es signo del lugar que se ocupa para presidir a la comunidad. Pero no expresa un cargo jerárquico, sino un servicio: la responsabilidad del pastor, que ha de ser el primero en dar testimonio con una vida de entrega. Como bien decía Mn. Galtés en su homilía, glosando el evangelio del buen pastor y citando a San Agustín, “el oficio del pastor es un oficio de amor”.
El altar es el lugar sagrado donde se conmemora el sacrificio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, gesto de donación sin límites expresado en el pan y el vino consagrados. Besar el altar es dar un beso al lugar, convertido en mesa, donde se parte y reparte al Señor de la vida, Jesús resucitado. Él sigue invitándonos a su ágape para que no desfallezcamos en nuestra lucha por mantenernos fieles a su amistad. Nos llama a que le comamos juntos y celebremos la victoria del amor sobre la muerte.
Por último, recibí la llave del sagrario, donde se deposita la reserva. Con su lámpara llameante, el sagrario nos recuerda que la presencia de Jesús sigue viva y que siempre nos espera, para que le hablemos y estrechemos lazos con él. Nunca olvidemos que Cristo no se cansa de esperar y que el día más gozoso para él es cuando nos reunimos entorno a su altar, cuando la comunidad vive y participa de su presencia.

Agradecimiento

Quiero dar las gracias al padre Rodrigo, a Lola, a Raúl, a Manuel, a Magda, a Anna, a Telma… y a otras muchas personas —no recuerdo sus nombres— porque hicieron posible una fiesta entrañable y sencilla, donde me sentí abrumado por su acogida, cálida, sincera y alegre. Me sentí realmente como en casa.
El bello escrito de bienvenida expresa el espíritu de una comunidad abierta y hospitalaria que, a pesar de tantos cambios, y de tantos sacerdotes como han pasado por ella, les ha acogido de forma incondicional. Por encima de todo, ha sido fiel reuniéndose entorno a Jesús, respetando y queriendo a los pastores que le han sido enviados.
Doy gracias a Dios porque en la sencillez de ese escrito se refleja también la hondura de una mujer a la que los años no han quitado su vitalidad.

Cercanía del corazón

Todavía sorprende que, dada su ubicación, entre naves y edificios industriales, la parroquia se haya convertido en un hogar cálido donde se vive con intensidad un profundo sentimiento religioso. Ni las naves, ni los bloques, ni siquiera la propia estructura urbanística del barrio, han impedido que en esta humilde parroquia se haya fraguado una auténtica comunidad cristiana. Esto no sería posible sin la proximidad del corazón, y es que, cuando los corazones vibran al unísono, ni distancia, ni profundidades, ni altura ni obstáculo alguno nos puede apartar de Aquel que nos da la razón y la esperanza de nuestra existencia.
Y ya no solo hablo de la demarcación, sino de la rica y palpitante variedad que forma la parroquia: familias con niños, jóvenes, adultos y mayores, nacidos aquí o de países extracomunitarios. El tinte multicolor de las misas de las culturas expresa esta riqueza humana, cultural y lingüística. La uniformidad muchas veces estanca las comunidades y las hace endogámicas. Id a predicar el evangelio a toda criatura. Es una misión que recibimos del mandato expreso de Cristo después de su resurrección. Las diferencias no son excluyentes. Cuando se vive compartiendo ya se vive la unidad del amor y la comunidad se convierte en un grupo de amigos de Jesús. Eso la hace creíble como testimonio de comunión y fraternidad de enamorados de Cristo, el único que nos puede hacer felices.
Como decía el Papa a principios de su pontificado, él no te quita nada, sino que te lo da todo. Y si os enamoráis de Cristo, os enamoraréis con pasión de la humanidad, es decir, de cada ser humano y, en especial, de sus predilectos: los niños, los enfermos, los pobres. Ojala sepamos hacer de nuestra comunidad un referente testimonial ante nuestro barrio.
Que Dios os bendiga.
Mn. Joaquín